domingo, 7 de diciembre de 2008

EL ANÁLISIS MORFOLÓGICO

PLANIFICACIÓN PROSPECTIVA:


Diego Peñafiel, Cristina Villacís, Diego Olmedo                                                                    

 

EL ANÁLISIS MORFOLÓGICO

 

Objetivo:

 

El análisis morfológico tiende a explorar de manera sistemática los futuros posibles a partir del estudio de todas las combinaciones resultantes de la descomposición de un sistema.

 

Este método permite explorar la estructura y funciones de un sistema u organización, y facilita el proceso de creación de nuevos procedimientos y productos.

 

Origen:

 

El análisis morfológico fue concebido como técnica de apoyo al proceso de análisis prospectivo para visualizar tecnologías futuras. En realidad, su aplicación genuina se focaliza en explorar posibilidades para el diseño y desarrollo de nuevas tecnologías de un sistema en particular. No obstante, es perfectamente factible usarla para visualizar escenarios futuros probables en cualquier área de interés, en especial en lo referente a futuros desarrollos económicos, sociales o políticos en una sociedad determinada.

 

La técnica fue desarrollada por el astrónomo suizo F. Zwicky en sus esfuerzos por descubrir nuevas inversiones en el campo de turbinas para jets. Ha habido múltiples aplicaciones en el campo industrial, con esfuerzos orientados en descubrir nuevas posibilidades tecnológicas.

 

Como objeto, la técnica persigue explorar todas las posibilidades a que pueda evolucionar un sistema determinado. Para ello, es necesario identificar con gran precisión lo que se denominan los parámetros (variables) caracterizadores del sistema (o tecnología) bajo estudio.  

 

Dentro de este orden de ideas, al Análisis Morfológico le concierne el desarrollo de aplicaciones prácticas, que permitirán descubrir y analizar lo estructural o inter-relaciones morfológicas entre fenómenos, objetos o conceptos. Los resultados obtenidos serán utilizados en la construcción de nuevos sistemas o en la visualización de nuevas formas en los sistemas sociales, económicos y políticos de nuestras sociedades.




Método:

 

El análisis morfológico es una técnica bastante antigua, puesto que fue formalizada por el investigador F. Zwicky en el transcurso de la segunda guerra mundial.

 

El método del Análisis Morfológico consiste en descomponer el sistema en subsistemas o partes más  importantes. La elección de qué partes estudiar es quizás la decisión más importante, pues demasiadas piezas hacen difícil la integración global del sistema o la visión del conjunto. El análisis morfológico fue puesto en marcha a partir del programa Morphol, y comporta dos fases:

 

·         FASE 1: La construcción del espacio morfológico

 

Se debate en esta primera etapa la descomposición del sistema o la función  estudiada en sub-sistemas o componentes. En esta descomposición del sistema, la elección de los componentes es delicada y necesita una reflexión profunda realizada por ejemplo a partir de los resultados del análisis estructural. Conviene tener de antemano los componentes tan independientes como posibles. Deben rendir cuenta de la totalidad del sistema estudiado. Pero demasiados componentes no permitirán llegar rápidamente al análisis del sistema y, pocos, pueden empobrecerlo seguramente, de ahí la necesidad de encontrar un equilibrio.

 

Cada componente puede, naturalmente, tener varias configuraciones. En el ejemplo de los escenarios globales que se presenta en este capítulo, un escenario dado está caracterizado por la elección de una configuración específica sobre cada uno de los componentes. Habrá también tantos escenarios posibles como combinaciones de configuraciones. El conjunto de estas combinaciones representa el campo de los posibles, ahora llamado espacio morfológico.

 

El espacio morfológico crece muy rápido, algo que es relativamente normal en prospectiva exploratoria. El riesgo de perderse en la combinación es también real.

 

·         FASE 2: La reducción del espacio morfológico

 

A veces, ciertas combinaciones, ciertas familias de combinaciones son irrealizables (incompatibilidades entre configuraciones, etc.). La segunda fase del trabajo consiste, por tanto, en reducir el espacio morfológico inicial en un sub-espacio útil, mediante la introducción de criterios de exclusión, de criterios de selección (económicos, técnicos...) a partir del cual las combinaciones pertinentes podrán ser examinadas.

 

Un sistema global puede descomponerse en dimensiones y cuestiones clave, ya sean demográficas, económicas, técnicas, sociales u organizacionales, y cada una de ellas puede configurar un número de respuestas verosímiles (configuraciones o hipótesis):




Ejemplo:



Alanís Huerta dice que, por ejemplo, en una organización o institución educativa, será prudente que al analizarla a través de este método, se puedan estudiar por separado cada una de sus partes sin perder la visión del conjunto y la referencia estructural. Esta descomposición intencionada del sistema a estudiar puede ser de la manera siguiente:

 

Los fundamentos conceptuales de la institución (ideario, misión y origen)

Su estructura organizativa

Su razón funcional

La organización del proceso productivo (el trabajo)

Las áreas sustantivas

La calidad de sus productos

El sistema de regulación

La prospectiva del sistema

 

Este es un ejemplo de cómo se puede descomponer un sistema organizacional para su análisis morfológico.

 

Estos ocho subsistemas entrelazados generan 28 vínculos a estudiar; lo cual puede representarse en un octágono, aunque luego de un primer ensayo de selección criterial podría reducirse a un hexágono.

 

Utilidades y Límites:

 

Los ámbitos de aplicación del análisis morfológico son múltiples: la construcción de escenarios exploratorios y todos los ámbitos de innovación y de búsqueda de ideas nuevas. Sobre todo utilizado en previsión metodológica, este método se presta cada vez más frecuentemente a la construcción de escenarios, las dimensiones (componentes) demográfico, económico, técnico o social pueden estar caracterizadas por un cierto número de estados posibles (hipótesis o configuraciones), un escenario no será nada más en este caso que un camino hacia el futuro, una combinación asociada a una configuración de cada componente.

 

Muy estimulante para la imaginación, el análisis morfológico permite una exploración sistemática del campo de los posibles. Para no perderse con la combinación, hace falta aprender a navegar en el seno del espacio morfológico gracias a los criterios de elección, gracias al programa Morphol.

 

El primer límite del análisis morfológico deriva de la elección de los componentes, omitiendo un componente o simplemente una configuración esencial para el futuro, corremos el riesgo de ignorar toda una fase del campo de los posibles (que no está limitado pero evoluciona en el tiempo).

 

El segundo límite viene seguramente de la combinación que, muy rápidamente, subestima el usuario. Una de las soluciones que hemos visto, es la de introducir criterios de selección, obligaciones de exclusión o de preferencia y de explotar el sub-espacio morfológico útil.

 

Programa Morphol.

 

La originalidad del software MORPHOL es que se presta fácilmente a la reducción del espacio morfológico de los escenarios posibles por la introducción de criterios de preferencias y de exclusión. Los escenarios resultantes son entonces fácilmente inidentificables y visualizables. Lo que se ha podido hacer hasta aquí de la mano de los talleres de prospectiva de forma más o menos legible y fastidiosa está disponible rápidamente. Ganamos por tanto tiempo para acrecentar la reflexión colectiva, el ordenador libera espíritu que nos permite multiplicar el intercambio y la imaginación. 

 

Conclusiones Prácticas:

 

El análisis morfológico es un método bastante simple de poner en marcha pero la combinatoria da miedo y es sin duda la razón que limita su difusión.

 

La simpleza del método y la disponibilidad del programa Morphol incitan después de algunos años a su utilización. Posiblemente el método continuará conociendo un interés en los años venideros, particularmente para la construcción de escenarios globales donde permita explorar de manera relativamente exhaustiva el campo de escenarios posibles.

 

 

Bibliografía:

 

ü  GODET M., La Caja de Herramientas de la Prospectiva Estratégica, Instituto Europeo de Prospectiva y Estrategia, España, 2000.

 

ü  GODET M., Manuel de prospective stratégique, tome 2: L’art et la méthode, Dunod, Paris, 1997.

 

ü  HUERTA A., El ABCD de la Planificación Prospectiva.

(http://contexto-educativo.com.ar/2000/6/nota-10.htm).

 

ü  http://www.mipagina.cantv.net/lprosperi/plan/ii.htm

 

ü  http://www.3ie.fr/lipsor/lipsor_es/morphol_es.htm


1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias por la información bastante clara y de provecho